¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
Porque el cambio exige una adaptación e implica aceptar, dejar atrás, transformar, soltar, empezar, sentir el vacío fértil y el miedo a lo desconocido. Todos nosotros hemos tenemos una historia personal de adaptación al entorno que empezó en nuestro nacimiento (o antes).
Te ha llevado años y muchas decisiones para construir tu identidad, consolidar tus creencias, tu manera de sentirte, y tus conclusiones acerca de quien tienes que ser en el mundo, y no es fácil renunciar a todo ello.