Soy una persona curiosa,
observador de la Naturaleza
que nos rodea y la que
habita en cada persona.
¿Desde que punto de vista te ves a ti, a los otros y al mundo?
Descárgate aquí “Todo Empieza y Termina En Una Relación: Tu Relación Contigo Mismo” y empieza a descubrirlo

Experimentar con la vida
Mi vida cotidiana se ha vuelto en un lugar maravilloso en el que hoy puedo experimentar en cada momento.
He aprendido que para cambiar necesito experimentar, y que hacerlo junto a alguien es más fácil y más transformador. Creo que la transformación se produce en las relaciones, en el grupo.
El primer experimento que aprendí a hacer fue parar. Detener el funcionamiento automático. Atreverme a mirar y a mirarme con consciencia y ganas de comprender, con disposición de no dejar que pase un día más sin hacerme cargo de mi vida, de lo que me duele y de lo que me importa.
El segundo experimento que aprendí a hacer fue dejar de hacer solo lo que me empeñaba en hacer a solas, y no sabía hacer para cambiar: pedir ayuda profesional (porque la gente de quien me rodeaba eran personas normales como yo, con sus mochilas y funcionamientos automáticos y aunque me querían ayudar estimulaban en mí los mismos patrones).
Para mí pedir ayuda en lo emocional era algo así como sentirme débil, como un fracaso, como algo avergonzante. Sin embargo, pedir ayuda me llevó a descubrir que el ser humano necesita del otro, que hemos llegado a donde hemos llegado por nuestra capacidad de cooperar en los buenos momentos y en los momentos difíciles.
“Las heridas emocionales se producen en las relaciones y se curan en las relaciones»
En casa soy padre de dos chicos y en el trabajo soy terapeuta de enfoque relacional integrativo. He vivido en casa como las buenas relaciones hacen impacto en los niños y cómo mis errores como padre también. Y todos hemos sido niños, y hemos tenido padres o madres, presentes o ausentes. Esas relaciones nos han marcado de un modo u otro. Por eso mi forma de ayudar es desde la relación. En las buenas relaciones crecemos y nos podemos desarrollar, y experimentar con nosotros y con la vida. Una buena relación es una relación empática, respetuosa, constante, y estable desde la que poder ver juntos cómo vives tus relaciones contigo misma o contigo mismo, con los otros y con el mundo.
Un espacio seguro para desarrollarte.
Y eso es la forma con que te puedo ayudar, creando juntos un espacio seguro en el que puedas mirarte acompañado de alguien que cree en ti. Creo profundamente en las personas con quienes trabajo, porque creo que todas las personas somos igual de valiosas, que hay un impulso innato en cada persona para crecer y que nos comportamos como lo hacemos siempre en un contexto de relaciones. Por tanto si el contexto relacional cambia podemos cambiar también.
Así que en el viaje terapéutico -juntos- podemos descubrir a tu ritmo qué significados construiste en las relaciones a lo largo de tu historia personal, el sentido que le das a las cosas que te pasan y que te hacen vivir repetidamente los mismos conflictos y las mismas alegrías. Cómo piensas, cómo sientes, cuáles son las sensaciones en tu cuerpo y tu sistema nervioso grabadas a fuego.
Aprendemos juntos de todo eso para dar un sentido a tu forma de comportarte y relacionarte, y como con todo eso has construido una identidad que a veces te funciona mejor y a veces es limitante. En el proceso también observamos juntos qué conclusiones antiguas has adquirido sobre ti, los otros y la vida. Qué decisiones tomaste sin ser consciente y como influyen a quién eres hoy.
Vemos juntos en quién te has convertido hoy y todo lo que mantiene esa forma de funcionar. Sea como sea lo que has hecho lo has hecho bien, de la mejor forma que ha sido posible, y por esto estás aquí ahora. Mi objetivo no es ayudarte a eliminar lo que no te gusta de ti (porque eso es imposible) o del mundo, sino a integrarlo.
Descárgate aquí “Todo Empieza y Termina En Una Relación: Tu Relación Contigo Mismo” y empieza a descubrir cómo es la calidad de tu relación contigo mismo.



¿Cuál es mi enfoque?
Es relacional e integrativo. Un enfoque integrador de las emociones, los pensamientos, lo fisiológico-corporal y la conducta.
Me he formado con terapeutas maravillosos de diferentes enfoques, pero siempre desde una mirada humanista y centrada en la persona. Psicoterapeutas y coaches internacionales como Richard Erskine, PhD (enfoque integrativo relacional), Ray Little (enfoque psicodinámico relacional), Georges Escribano (Análisis Transaccional), David Grand (Brainspotting y mindfulness focalizado), Mario Marrone y he participado en workshops con Tony Robbins (life coach).
En España me he formado con psicólogos, psicoterapeutas y en institutos de larga trayectoria y respetado criterio. He formado parte de la junta directiva de Aphice y he sido parte del equipo de terapeutas de Alcea Psicología y Psicoterapia en Madrid. Estoy en constante formación y superviso mi trabajo de forma continuada en grupos de supervisión terapéutica para ofrecer a las personas a quienes ayudo una relación implicada y sintónica.
Mi enfoque se centra ahora en la terapia relacional integrativa y la terapia de integración del trauma. Me he formado también en Gestalt y en Análisis Transaccional, así como formación complementaria en terapias corporales. Tengo un Máster en Counselling Humanista Integrativo del programa de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH).
Ésto no fue siempre así.
Años atrás, antes de ser terapeuta, fui director de cine y televisión durante más de quince años. Sí, dirigí series como Hospital Central, MIR, El Don de Alba… y películas de televisión y anuncios que tal vez hayas visto.
¿Qué cambiazo no? Fue una transformación paulatina, suave y consciente, movida por mi creciente interés por las personas, empezando por el interés de conocerme a mí mismo. Una reinvención que no habría logrado hacer desde un lugar sano de no haber contado con ayuda terapéutica. Han pasado muchos años desde entonces. En un futuro creo que me encantará volver a dirigir, creo que soy mejor director ahora que entonces.