La transformación se produce en las relaciones.

Las buenas relaciones

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BRAINSPOTTING PARA ACTORES, ¿QUÉ ES?

 

Brainspotting es una técnica de neuroprocesamiento, descubierta en el año 2003 por el psicólogo norteamericano experto en trauma y reconocido mundialmente, David Grand, PhD., orientada inicialmente al tratamiento terapéutico y resolución del trauma y bloqueos emocionales.

En su otra variante, en el modelo de expansión, Brainspotting es una técnica revolucionaria para cualquier creador o comunicador, ya sea intérprete, presentador, deportista o persona que tenga que desempeñar óptimamente una tarea y desee hacerlo desde un estado emocional de creatividad, foco, claridad, fluidez y amplitud de visión.

 

En el caso de los actores se da un añadido especial…

El actor o actriz puede utilizar Brainspotting para trabajar con cualquier personaje.

 

Podemos con Brainspotting dar claridad, foco, emoción, memoria, fluidez y amplitud al personaje en el actor. Sin embargo, descrito así puede no comprenderse. Es complejo describir lo que sólo se entiende con la experiencia.

 

Voy a tratar de explicarlo.

 

Brainspotting es una técnica basada en la posición ocular y la activación sensorial en el cerebro-cuerpo.

 

David Grand descubrió que allí dónde miras afecta a cómo te sientes.  Describe en un artículo como «nuestro campo visual revela nuestro campo interno, es decir el cerebro». Nuestro cuerpo es nuestro cerebro. Cuerpo y cerebro no son dos entidades separadas como estamos acostumbrados a pensar.

Prueba de hacer este simple ejercicio:

Trata de recordar cualquier situación de tu vida y piensa en ella… y mientras haces eso observa qué sensaciones experimentas en el cuerpo… Podrás observar como al hacer eso, al buscar esa sensación tu mirada se posiciona en un punto en el campo visual. Prueba de mirar hacia otro lado y verás que esa misma sensación no la sientes con la misma intensidad. Es en ese posición ocular dónde la red neural que activa esa sensación y esos recuerdos se activa con mayor intensidad. David Grand afirma que eso es un reflejo de nuestros procesos cerebrales internos.

 

Los seres humanos hacemos Brainspotting continuamente, sin saberlo.

 

Nuestros recuerdos no se conservan en cajitas. Para cada experiencia que vivimos registramos conexiones que activan distintas áreas del cerebro. Desde la red visual registramos una parte de la información de esa vivencia, desde la red conectada al oído registramos otros pedazos de información, desde las redes neurales asociadas a nuestro sistema locomotor otra información… Y dicho de una forma un poco torpe… cuando recordamos esa vivencia se activan las redes conectadas a ese pensamiento como cuando escuchamos un acorde musical o un fragmento de una sinfonía en el que intervienen muchos instrumentos en una combinación única. Por eso al recordar podemos volver a sentir las emociones asociadas a ese recuerdo. El organismo re-activa y re-experimenta lo que una vez vivió y el cuerpo incluso segrega las mismas hormonas que se liberaron en la experiencia original. Eso es la memoria sensorial. Cualquier actor conoce el concepto de memoria sensorial, si ha estudiado El Método o la técnica de Konstantin Stanislavski y sus ramificaciones.

 

Brainspotting, a través de la posición ocular y la sensación sentida del personaje en el cuerpo hace el camino a la inversa, facilita la creación de memoria sensorial.

A través de la localización de lo que David Grand llama Character Spot, accedemos a la sensación sentida del personaje en el cuerpo. Aquel lugar en el que sentimos con más intensidad al personaje en nosotros, cuando pensamos en él o ella.

 

Ocurrirá igual que en el ejercicio anterior, observarás que al pensar en el personaje y localizar dónde lo sientes más en el cuerpo tu mirada se posiciona en un punto en el espacio. Ese es el Character Spot. Es solamente el punto de partida, la «puerta de acceso».

 

En un proceso de creación del personaje tradicional hacemos lo mismo, aunque sin esa consciencia ni de la posición ocular ni de la sensación en el cuerpo. Simplemente tras pensar en el personaje muchas veces nos ponemos a tratar de comprenderlo, de describirlo, de diseñarlo, de dibujarlo, recogiendo y rechazando lo que consideramos correcto o no correcto… Acciones que se ejecutan desde un lugar del cerebro que maneja lo racional, que es rígida, y que no se siente cómoda cuando las cosas no tienen sentido o no las entiende. Es muy difícil crear desde ese lugar. Generalmente la creatividad por esta vía conduce a resultados estereotipados, previsibles, clichés, rígidos y poco espontáneos. El actor se esfuerza mucho en dar vida a algo que no la tiene.

El actor siente que es él el responsable de una creación, cuando en realidad el propio actor es solamente el canal a través del cuál el personaje emergerá, si el actor abre ese espacio emocional para ello.  El trabajo del actor es abrir ese espacio y enfocarse en el personaje, y dejar que venga.

 

Hay muchas formas y técnicas para llegar al personaje, de dentro hacia afuera, de fuera a dentro, desde el cuerpo, desde la imaginación, desde el movimiento… y todas poderosas, útiles y eficaces. ¿Qué hace a Brainspotting que es tan innovador?

 

Brainspotting es para la interpretación lo que en la cirugía es el láser o los rayos X.

 

Es sencillo, específico y accede con exactitud a los diferentes aspectos del personaje de forma microscópica y macroscópica.

 

Brainspotting ayuda a desvelar el personaje en estado puro, desde la fluidez y sin confusión.

 

Con Brainspotting podemos explorar cualquier aspecto de la vida interna o externa del personaje, desde una pieza de su historia personal, hasta un órgano de su cuerpo, hasta una persona significativa de la vida del personaje, un lugar significativo, un pensamiento recurrente, una parte de su cuerpo, un recuerdo, un amigo de su infancia… todo el Universo del personaje se abre a las posibilidades creativas.

 

Con Brainspotting el actor no se siente indefenso.

 

Es necesario mencionar que Brainspotting complementa y potencia todas las demás técnicas que un actor o actriz pueda conocer. No es incompatible. Más bien lo contrario, mejora, aumenta lo que sabes hacer.

Desde este enfoque entendemos que el personaje existe en el actor desde el momento en que ha leído el guión y lo ha comprendido. Existe en un lugar no consciente, en un área del cerebro a la que normalmente no prestamos atención o no sabemos cómo hacerlo. De lo contrario el actor no habría comprendido la historia ni hubiera sentido ninguna relación emocional con los personajes. El personaje digamos que existe como un fósil que tiene que ser desenterrado de un lugar del cerebro no consciente.

 

El personaje existe ya, fragmentado, en forma de «piezas», de sensaciones, de un amasijo de imágenes, de pensamientos, de emociones que irán brotando si aprendemos a poner la atención en ellas y en el proceso (procesamiento). En el proceso se irán conectando unas a otras y al texto del guión. Es un proceso natural y espontáneo. Es la forma con que funciona nuestro cerebro y al fin y al cabo es como funciona la Naturaleza y el Cosmos.

 

Ahora bien, con Brainspotting lo que hacemos es permanecer con la atención plena en esa posición ocular y en esa sensación del personaje en el cuerpo (valorándola en una escala del 1 al 10) atendiendo a los procesos internos, y facilitamos el procesamiento de las piezas emergentes del personaje (memorias, pensamientos, emociones, sensaciones, imágenes etc…).

 

 

Enfocamos nuestro interés en ese punto en el espacio manteniendo activada la red neural asociada al personaje tal como lo sentimos. Así lo que estamos haciendo es, como explica David Grand «puentear el pensamiento consciente del cerebro para acceder al cerebro derecho, más intuitivo y basado en el cuerpo», y desde ahí promover un procesamiento «bottom-up», es decir, el que se produce desde el cerebro límbico (subcortical) hacia arriba, hacia el neocortex (zona prefrontal), desde el que observamos lo que ocurre en el cerebro límbico y lo acogemos tal como venga, con curiosidad, sin juicios y siguiendo el proceso allí dónde nos lleve la mente (lo que David Grand llama «seguimos la cola del cometa»).

 

Lo que estamos haciendo es aprender a mirar nuestro propio proceso creativo interno «en vivo», sin condicionarlo ni dirigirlo. Lo acompañamos. 

 

En este proceso clarificamos al actor que todo cuánto emerja a partir de un punto determinado será propio del personaje, no del actor. Y eso es importante porque vamos a crear memorias del personaje, y no queremos que las del actor se inmiscuyan. Con la atención puesta en el personaje permanecemos en una actitud de Mindfulness focalizado abriendo espacio a lo que venga en forma de pensamientos, emociones, sensaciones o imágenes etc…

 

Cuando el cerebro neocortical (racional) no juzga lo que viene desde el cerebro subcortical empiezan a emerger pensamientos, emociones y sensaciones libres pero conectadas y vertebradas alrededor del foco del personaje.

 

Empezamos a crear memorias del personaje que experimenta y registra el actor en su cuerpo, a las que podrá acceder posteriormente sin esfuerzo porque a la vez que se crean el actor las está experimentando también. El personaje empieza a ocupar espacio interior en el actor como cuando un globo se llena de aire. Durante el proceso vamos conectando las diferentes partes del texto o del monólogo del actor a las memorias que emergen desde cada una de las frases. Todo ello hace que frase por frase el actor se vaya llenando de memoria sensorial, imágenes y línea de pensamiento propio del personaje. Memorias no creadas desde la racionalidad sino memorias emocionales que llenan cada frase del texto de emoción. Una emoción auténtica, del personaje, coherente con el mundo interno de éste.

 

Para un actor o actriz actuar desde ese lugar es liberador. La sensación es la de que el personaje te guía. Y así és. Brainspotting, metafóricamente,  enciende el personaje como una bombilla de luz dentro del actor, y la luz es la del personaje a través del cuerpo expresivo del actor.

 

Cabe subrayar dos cosas.

 

La primera es que previo a este trabajo realizamos un proceso de liberación de tensiones y desactivación de reflejos condicionados (que son aquellas tensiones o reacciones que se disparan automáticamente)

 

… y por otro lado llevamos a cabo otro proceso de acceso a un Brainspot de Recurso, un punto de calma en el actor para favorecer un procesamiento del personaje que no sea confuso emocionalmente para el actor. Es decir, el actor siempre tiene la sensación de que el personaje emerge en él, pero que hay una conciencia observadora, un Self al que regresamos al final del procedimiento para que el actor se sitúe de nuevo en sí mismo, puesto que habrá personajes más cercanos a él y otros que tal vez sean más inestables emocionalmente.

 

La regulación y estabilización emocional del actor es un factor principal.

 

No siempre se cuida en muchas técnicas interpretativas en las que se estimula la catarsis o la regresión sin ningún sostén emocional. El trabajo del actor, cuando se hace desde «la Verdad» requiere de un cuidado del mundo emocional interno, y hay papeles que algunos actores deberían valorar hacer o no si algo de ello despierta en ellos dolor que no pertenece al aquí y ahora. No es terapéutico, como a veces se cree, hacer un papel que activa un dolor emocional insostenible. Por eso que en mi forma de trabajar con Brainspotting con actores hago especial hincapié en cuidar de esos aspectos de la regulación emocional y el cuidado de aquel material con el que uno trabaja. No creo que todos los actores puedan o deban hacer todos los papeles. Antes que actor se es persona.

 

Hay incluso una creencia popular de que un actor traumatizado o en estado de desregulación es más creativo y puede representar la escena mejor. Eso no es así.  David Grand lo reitera de este modo: La regulación emocional, como decíamos, es fundamental para el actor. Actuar se da favorablemente cuando el actor puede hacerlo desde un estado de regulación emocional.

 

El actor que emocionalmente tiene mucho trauma y está en un estado de desregulación constante va a tender a disociarse, cerrarse, bloquearse, o desregularse aún más, y volverse incapaz de realmente crear.

 

Un actor que está en un estado de regulación emocional y estabilización puede en cambio simular un personaje que vive en estado de desregulación emocional, y puede hacerlo creativamente. Sin desarraigarse, sin disociarse, sin que el actor se vaya de sí mismo.

 

El acceso al personaje con Brainspotting es un trabajo que queda como queda un recuerdo cuando lo evocas. El personaje se vuelve familiar en tí. En el proceso de trabajo con actores terminamos siempre «guardando» el personaje en un lugar pequeñito del cuerpo para que el actor pueda acceder de nuevo a él siempre que lo necesite mediante el mismo proceso (posición ocular, sensación en el cuerpo, procesamiento etc…). Es otra forma de asegurar que el actor no pierde al personaje, y que el actor tampoco se pierda a sí mismo (que el personaje invada su vida personal, la del actor).

 

Y para acabar es importante decir que Brainspotting ayuda además en dos aspectos importantísimos más de la interpretación:

 

  • Ayuda a tener presencia ante la cámara o en el escenario.
  • Y ayuda a aumentar la confianza en uno mismo.

 

¿Porqué?

Porque cuando el personaje te guía y tú no tienes que empujar el personaje cualquier persona lo percibe, no actúas, eres (sin perder la consciencia de tí mismo, claro). Y cuando eres el personaje el escenario se llena de eso, y tienes lo que llamamos presencia escénica. No hace falta ser experto para juzgar una buena interpretación. Te la crees o no. Es de verdad o no. Con Brainspotting el actor expande la capacidad de revelar la verdad del personaje sin interferencias personales.

 

Y ayuda a aumentar la confianza ante la cámara porque cuando el actor no tiene que empujar no siente toda la responsabilidad que activa los bloqueos habituales. El actor confía en que todo irá bien porque no hay huecos que él tiene que controlar o rellenar. Cuando el actor confía que todo irá bien confía también sí mismo. La acumulación de experiencias de bienestar y de confianza favorecen la construcción de una mayor confianza, no sólo en lo profesional pero también en lo personal.

 

El resultado ante la cámara o ante el público es sorprendente. El resultado para el actor es el hecho de que actuar se convierte en una experiencia liberadora, de disfrute y de confianza en uno mismo y en el proceso.

 

David Grand explica que Brainspotting no hace a un mal actor bueno, pero hace a un buen actor «mejor».

 

Con Brainspotting uno reconecta con su naturaleza creativa, el estado de fluir y de espontaneidad que todos poseemos.

Estas son algunos de los testimonios de actores y actrices que han trabajado con Brainspotting:

 

“Me quedé perpleja, no era herramienta sino alquimia. Julio -uno de los actores invitados a la clase- había preparado el monólogo de un personaje llamado Emilio. Al comenzar la sesión, grabó -correcto, verosímil, profesional- un trabajo que habría pasado todos los filtros de cualquier dirección de casting. Y después vino lo bueno. Carles sacó un puntero señalador y señalando los puntos oculares en que Julio iba ubicando la inquietud, la angustia, el miedo y la desesperación del personaje (puntos físicos, según el Brainspotting, que conectan al actor con su subconsciente creador) fue invocando con milagrosa facilidad imágenes vívidas, circunstancias y emociones que ya no eran suyas sino de Emilio, que creaba con pasmosa facilidad para Emilio, hasta traerlas al presente ante nuestras impávidas narices a la vivencia pura, y circunstancia emocional de Emilio. Luego grabó de nuevo. Pero ya no grabó él. Quien hablaba era Emilio: alto, clara y limpiamente, con un discurso sin fisuras ni impostaciones. Puro torrente emocional, Emilio puro. No sé si es hipnosis, neurociencia o placebo. Pero lo cierto es que ante la cámara hubo otro: el fruto de su creación subconsciente. ”, Alicia Merino, Actriz y Cantante
«En la escena las emociones van surgiendo solas, no hay nada previsto, ni premeditado, vas transitando, sin forzar, ni empujar nada….»,  Marian Huélamo, Actriz y director de Expresando, escuela de arte escénicas de Madrid.
«El trabajo de Brainspotting con Carles me ha aportado una profundidad en las vivencias del personaje increíbles e inusitadas. Me lleva a un estado relajado y confiado, que te permite vivir en el personaje y sus circunstancias con una verdad profunda. Me aportó tanto el trabajo que lo recomiendo a cualquiera interesado en la actuación y la creación de personajes», Julio Mascaraque, Actor
«Sentía que conocía a la persona (el personaje) desde la que hablaba y a la que me dirigía. Ese sentimiento de cercanía deja menos espacio a la actriz, y eso me gusta.»,  Layla González, Actriz
«La cantidad de imágenes que tenía, imágenes es una manera de llamarlas, porque eran sensaciones asociadas a esas imágenes. Es un viaje con el personaje. Me he sentido ¡libre! en la escena. Sin expectativas.»,  Elsa Chaves, Actriz
«Hoy hemos asistido a una masterclass sobre Brainspotting para actores dirigida por Carles Vila y ha sido genial. Una nueva forma de afrontar el reto actoral desde una perspectiva más profunda. Muy recomendable para crear líneas de pensamiento de personajes.” Héctor Jenz, Actor
«Acabo de ver un caso práctico de brainspotting y me ha encantado la experiencia. Ha sido un antes y un después en la creación de un personaje, un método efectivo que espero llevar pronto a cabo. Gracias Carles Vila!», Maty Gómez, Actriz